¿El álbum ha muerto? El futuro del formato más romántico de la música
Por: Alexandra Sansores
En la era del “skip”, del algoritmo, del single que dura una semana en tendencia y luego desaparece, una pregunta flota en el aire:
¿Tiene sentido seguir haciendo álbumes?
Con listas personalizadas, lanzamientos fragmentados y métricas que premian la inmediatez, el álbum—ese formato que exige tiempo, atención y recorrido—parece una idea del pasado. Y sin embargo, los artistas más influyentes de nuestra era siguen apostando por él.
¿Por qué? Porque el álbum es más que una colección de canciones: es una declaración de intención.
🎧 Del vinilo al scroll: cómo cambió nuestra forma de escuchar
Hubo un tiempo en el que poner un disco era una ceremonia. Escuchar era una actividad, no un fondo. Hoy, nuestra relación con la música se da entre notificaciones, playlists automáticas y visuales virales.
Escuchamos más que nunca, pero también más fragmentado que nunca.
Y aun así, algo en nosotros sigue valorando cuando un artista nos invita a entrar a un mundo sonoro completo.
🧱 Un formato que construye legado
Los álbumes no solo agrupan canciones: cuentan historias. Tienen estructura. Tienen clima. Son, en sí mismos, una forma de escritura emocional.
Lemonade de Beyoncé
CTRL de SZA
Un Verano Sin Ti de Bad Bunny
Melodrama de Lorde
After Hours de The Weeknd
MOTOMAMI de Rosalía
Todos ellos nos demostraron que un álbum puede ser más viral que un sencillo si tiene una narrativa poderosa.
🎭 ¿Por qué los artistas siguen apostando por el álbum?
Porque no se trata solo de marketing.
Se trata de identidad artística.
El álbum es donde un artista se define, se expande, se arriesga. Donde no todo tiene que ser hit, y donde hay espacio para lo experimental, lo íntimo, lo que no encaja en TikTok.
Y para muchas audiencias—sí, incluso jóvenes—esa profundidad sigue importando.
Mi opinión:
El álbum no ha muerto.
Lo que murió es la idea de que debe ser la única forma de lanzar música.
Hoy, coexistimos entre lo viral y lo duradero, lo fragmentado y lo completo.
Y el álbum, como formato narrativo, sigue siendo el espacio más valiente para quienes no solo quieren ser escuchados… sino entendidos.